Basta con recorrer Chile para darse cuenta que es un país maravilloso y que la diversidad de sus parajes, costumbres y personas, es lo que lo hace inigualable.
Al conocer el país, nos podemos dar distintivos aspectos pueblos, dejando en evidencia la idiosincrasia del país. Entonces cabe preguntarse, ¿por qué no existe una afluencia masiva de turistas extranjeros visitando nuestro país? o ¿cuál es la razón por la que aún es muy incipiente el desarrollo del turismo de intereses especiales? o ¿cómo potenciar la diversidad de propósitos que pueden vincularse a las características que podrían componer una oferta turística más integral, estable y profunda?.
Es en este sentido, se vuelve fundamental realzar el atractivo natural de nuestros destinos, con el fin de profundizar la conciencia global por preservar estas riquezas naturales, que sin duda son de interés turístico.
Los estándares internacionales de sustentabilidad, que son mínimamente exigidos por los turistas extranjeros a las empresas turísticas, convierten a los destinos en un punto de reconocimiento de sus riquezas naturales.
Se sostiene que esta actividad implica la responsabilidad de la industria turística para con el medioambiente, promoviendo el equilibrio balanceado y sostenible, con énfasis en el desarrollo de actividades turísticas basadas en el conocimiento, respeto y protección del ambiente, como es el caso de la observación ornitológica o de aves.
Nuestro país recién comienza su senda en el turismo sustentable, especialmente si tenemos en cuenta que los principios de sustentabilidad se basan en tres ámbitos: económico, socio- cultural y ambiental, todo ello con miras a preservar los recursos naturales involucrados, contribuir cuenta de los importantes y culturales y geográficos de nuestras ciudades y al bienestar y prosperidad de las personas que habitan en los territorios donde se desarrollan, y por supuesto, mejorar la competitividad del país en este sector de la actividad económica.
Para implementar estos principios, necesariamente debe ser en base a una legislación, que incluya políticas gubernamentales conformes a las necesidades, incentivo y control de las riquezas naturales, realzando el rol gremial para lograr mayor regulación.
Al respecto, cabe considerar que el Código Ético Mundial para el Turismo, aprobado en la reunión de la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo, en la Trigésima Reunión sostenida en Santiago de Chile durante 1999, el cual fue acogido posteriormente por las Naciones Unidas en 2001, consideró la contribución al desarrollo de los países y su incidencia en las comunidades, por el desarrollo que la actividad turística conlleva en forma ética y sustentable.
En este sentido, el Turismo responsable implica que el sector público asuma la conducción de las iniciativas y políticas acordes a dichos objetivos, como también permitir que estas actividades se desarrollen conforme a estándares de clase mundial, lo cual deriva en una futura fuente de ingresos y empleo con crecimiento exponencial.
Es importante considerar que la creación de alianzas entre las comunidades locales, genera una retroalimentación inmediata con la creación de nuevas fuentes laborales e ingresos económicos. Por otra parte, un aspecto primordial a considerar es contar con la infraestructura turística y hotelera necesaria para responder a todas las necesidades, respetando los aspectos culturales correspondientes.
De hecho, resulta del caso reconocer que para la industria turística es de gran importancia asegurar la sustentabilidad de sus operaciones, debido a que es intensiva en la utilización de recursos naturales y culturales que deben ser cuidados y protegidos. De esta forma, las empresas pueden mantener su competitividad a largo plazo, destacando que, en este aspecto, no es una industria consuntiva que agote los referidos recursos, dado que, correctamente ejercida, preserva e incentiva su sustentabilidad en el tiempo.
Estimo que estas prácticas de sustentabilidad, debidamente adoptadas por las empresas turísticas chilenas, si se asumen de manera responsable y continua, traerían consigo beneficios para todos los sectores e interesados, en materias tales como; la disminución de costos asociados de operación; el contar con mejores relaciones personales con los destinatarios de la oferta turística y con los diversos sectores involucrados en la utilización de recursos naturales implicados; el aumento de la fidelización de los clientes; y una contribución a nivel internacional de la imagen país.
Por lo tanto, no es difícil concluir que la formulación y aplicación de prácticas sustentables en estas materias, implicarían ganancias en beneficios pecuniarios y de desarrollo global para todos los sectores, tanto en el mediano como largo plazo.
Carolina Cumsille
Jefa de Carrera de Administración de Empresas Hoteleras y Servicios, IP Culinary
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Basta con recorrer Chile para darse cuenta que es un país maravilloso
y que la diversidad de sus parajes, costumbres y personas, es lo que lo
Al conocer el país, nos podemos dar
distintivos aspectos
pueblos, dejando en evidencia la idiosincrasia del país.
Entonces cabe preguntarse, ¿por qué no existe una afluencia masiva de
turistas extranjeros visitando nuestro país? o ¿cuál es la razón por la que
aún es muy incipiente el desarrollo del turismo de intereses especiales? o
¿cómo potenciar la diversidad de propósitos que pueden vincularse a las
características que podrían componer una oferta turística más integral,
estable y profunda?.
Es en este sentido, se vuelve fundamental realzar el atractivo natural
de nuestros destinos, con el fin de profundizar la conciencia global por
preservar estas riquezas naturales, que sin duda son de interés turístico.
Los estándares internacionales de sustentabilidad, que son mínimamente
exigidos por los turistas extranjeros a las empresas turísticas, convierten
a los destinos en un punto de reconocimiento de sus riquezas naturales.
Se sostiene que esta actividad implica la responsabilidad de la
industria turística para con el medioambiente, promoviendo el equilibrio
balanceado y sostenible, con énfasis en el desarrollo de actividades
turísticas basadas en el conocimiento, respeto y protección del ambiente,
como es el caso de la observación ornitológica o de aves.
Nuestro país recién comienza su senda en el turismo sustentable,
especialmente si tenemos en cuenta que los principios de sustentabilidad
se basan en tres ámbitos: económico, socio- cultural y ambiental, todo
ello con miras a preservar los recursos naturales involucrados, contribuir
cuenta de los importantes y
culturales y geográficos de nuestras ciudades y
al bienestar y prosperidad de las personas que habitan en los territorios
donde se desarrollan, y por supuesto, mejorar la competitividad del país
en este sector de la actividad económica.
Para implementar estos principios, necesariamente debe ser en base a
una legislación, que incluya políticas gubernamentales conformes a las
necesidades, incentivo y control de las riquezas naturales, realzando el
rol gremial para lograr mayor regulación.
Al respecto, cabe considerar que el Código Ético Mundial para el
Turismo, aprobado en la reunión de la Asamblea General de la
Organización Mundial del Turismo, en la Trigésima Reunión sostenida en
Santiago de Chile durante 1999, el cual fue acogido posteriormente por
las Naciones Unidas en 2001, consideró la contribución al desarrollo de
los países y su incidencia en las comunidades, por el desarrollo que la
actividad turística conlleva en forma ética y sustentable.
En este sentido, el Turismo responsable implica que el sector público
asuma la conducción de las iniciativas y políticas acordes a dichos
objetivos, como también permitir que estas actividades se desarrollen
conforme a estándares de clase mundial, lo cual deriva en una futura
fuente de ingresos y empleo con crecimiento exponencial.
Es importante considerar que la creación de alianzas entre las
comunidades locales, genera una retroalimentación inmediata con la
creación de nuevas fuentes laborales e ingresos económicos. Por otra
parte, un aspecto primordial a considerar es contar con la infraestructura
turística y hotelera necesaria para responder a todas las necesidades,
respetando los aspectos culturales correspondientes.
De hecho, resulta del caso reconocer que para la industria turística es de
gran importancia asegurar la sustentabilidad de sus operaciones, debido
a que es intensiva en la utilización de recursos naturales y culturales que
deben ser cuidados y protegidos.
De esta forma, las empresas pueden mantener su competitividad a largo
plazo, destacando que, en este aspecto, no es una industria consuntiva
que agote los referidos recursos, dado que, correctamente ejercida,
preserva e incentiva su sustentabilidad en el tiempo.
Estimo que estas prácticas de sustentabilidad, debidamente adoptadas
por las empresas turísticas chilenas, si se asumen de manera
responsable y continua, traerían consigo beneficios para todos los
sectores e interesados, en materias tales como; la disminución de costos
asociados de operación; el contar con mejores relaciones personales
con los destinatarios de la oferta turística y con los diversos sectores
involucrados en la utilización de recursos naturales implicados; el
aumento de la fidelización de los clientes; y una contribución a nivel
internacional de la imagen país.
Por lo tanto, no es difícil concluir que la formulación y aplicación de
prácticas sustentables en estas materias, implicarían ganancias en
beneficios pecuniarios y de desarrollo global para todos los sectores,
tanto en el mediano como largo plazo.
Jefa de Carrera de Administración de Empresas Hoteleras y Servicios, IP Culinary
[…] empresariales ayuden a los gobiernos a crear marcos legales que incentiven a los empresarios a adoptar prácticas productivas más respetuosas con el ambiente y con las responsabilidades sociales.Es preciso […]